La movilidad en bicicleta responde a garantizar los derechos de los ciudadanos de circular libremente en el espacio público y tener la opción de optar por la bicicleta como su medio predeterminado de transporte dentro de una infraestructura adecuada para poder hacerlo.
En el Ecuador los derechos de los ciclistas se encuentran estipulados en el Art. 204 de la Ley de Tránsito, es por eso que las entidades públicas que trabajan en espacios de movilidad transito y seguridad vial, deben velar por los derechos de todos los actores que pertenecen al espacio público.
Las ciclovías temporales respondieron de una manera ágil a la necesidad de los ciudadanos de tener la facilidad de circular durante la emergencia sanitaria que el mundo entero enfrentó. Sin embargo, el objetivo principal ya respondía a otras necesidades que venían antes de la pandemia, objetivos internacionales planteados para crear ciudades y comunidades sostenibles.
Al principio con las ciclovías emergentes, por cuestiones de diseños ya establecidos en las calles de Ibarra, se incorporaron en forma de carriles de ciclovías temporales, con la ayuda de conos, cintas de seguridad, agentes supervisores de tránsito y señalización para medir la pertinencia de estos espacios dentro de la vía pública mediante conteos ciclistas, encuestas de percepción ciudadana entre otros análisis realizados para posteriormente generar los diseños definitivos de una infraestructura adecuada.
Pero, ¿qué se necesita para que las ciclovías que empezaron como emergentes - temporales se conviertan en definitivas?
Mario Muñoz, el Jefe del Departamento de Movilidad Sostenible de la Empresa Pública de Movilidad del Norte, nos responde esta interrogante en la siguiente entrevista: